En rosas y turgentes caracolas
se fue tambaleante mi cordura,
al verte tan mujer y tan segura
en la ola de la mar donde acrisolas.
Orquídeas, tulipanes y amapolas
naufragan en la piel de tu cintura,
y dejan el aroma de su hechura
en labios que con besos arrebolas.
Perdido en el festín de tus manjares,
enhiesto sobre arenas movedizas,
olvido un juramento en los altares
y dejo a los costados las premisas,
que cierran esas puertas consulares
al reino de tus diáfanas sonrisas.
se fue tambaleante mi cordura,
al verte tan mujer y tan segura
en la ola de la mar donde acrisolas.
Orquídeas, tulipanes y amapolas
naufragan en la piel de tu cintura,
y dejan el aroma de su hechura
en labios que con besos arrebolas.
Perdido en el festín de tus manjares,
enhiesto sobre arenas movedizas,
olvido un juramento en los altares
y dejo a los costados las premisas,
que cierran esas puertas consulares
al reino de tus diáfanas sonrisas.
5 comentarios:
Más allá del bien y del mal, está la verdad que se esconde en un hogar.
Besos Dº Gustavo con admiración
Gustavo, mi sincera felicitación por tan magnífico soneto. Un poema de una intensidad emotiva grande y con un hacer poético impecable. Me ha gustado mucho. Mucho.
Mis aplausos, poeta. Volveré a leerte, no lo dudes.
Un saludo.
Silencios, muy agradecido por tu comentario
Recibe un afectuoso abrazo
Candela : cuanto aprecio que hayas pasado por este blog y haya sido de tu agrado lo leido.
Es un doble placer, conociendo el alto nivel de tus poemas
Recibe un cálido y cordial saludo
Lo peor de todo es ser infiel a uno mismo, je, je. Prosigo mi andadura. Un abrazo, Gus.
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