Dedicado a mi querida esposa, gracias
a la influencia y testarudez de mi gran
amiga Elvira Daudet
Se que te
di mas penas que alegrías
más
espinas filosas que jardines,
que
naufragué entre llantos y violines
al sentir
que tus manos eran mías
y
apartaban mis horas más umbrías
perfumando
mi angustia con jazmines,
aunque tu
a lo mejor ni te imagines
que
llenaste mis horas mas vacías .
Quizás ya
no haya tiempo para darte
un poco de
lo tanto recibido
y si fuese
así, igual he de contarte
que lo
poco que en mi vida he sonreído
se lo debo
a la gracia de mirarte
y a tu
amor, que ilumina lo vivido.