Dolor que ya no cesa y arremete
crujiente maderamen de barcaza,
naufragio que retorna y te amenaza
el alma, que vencida se somete.
En súbita estocada su estilete
te hiere con su filo y en su traza,
su punta tenazmente despedaza
el vientre de un caballo sin jinete.
Herido mortalmente en la porfía
prescribes con tus sueños lentamente,
errando de la luz a la agonía
El frío de la muerte ciegamente
derrumba en su conjunto tu osadía
y roba tu respiro finalmente.
crujiente maderamen de barcaza,
naufragio que retorna y te amenaza
el alma, que vencida se somete.
En súbita estocada su estilete
te hiere con su filo y en su traza,
su punta tenazmente despedaza
el vientre de un caballo sin jinete.
Herido mortalmente en la porfía
prescribes con tus sueños lentamente,
errando de la luz a la agonía
El frío de la muerte ciegamente
derrumba en su conjunto tu osadía
y roba tu respiro finalmente.
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