Esquinas bien porteñas y añoradas
albergue de bohemios incurables,
refugio de poetas admirables,
testigo de certeras puñaladas.
Transito por tu calles empedradas
buscando aquellas minas impagables,
mercantes de placeres incontables
en noches de lujuria y trasnochadas.
La pena se apodera de la noche
al ver que el viejo barrio se ha mudado,
y reina en tus esquinas el fantoche
del ritmo del progreso despiadado,
dejando mi rondar de la trasnoche
herido mortalmente y sin pasado.
albergue de bohemios incurables,
refugio de poetas admirables,
testigo de certeras puñaladas.
Transito por tu calles empedradas
buscando aquellas minas impagables,
mercantes de placeres incontables
en noches de lujuria y trasnochadas.
La pena se apodera de la noche
al ver que el viejo barrio se ha mudado,
y reina en tus esquinas el fantoche
del ritmo del progreso despiadado,
dejando mi rondar de la trasnoche
herido mortalmente y sin pasado.
3 comentarios:
Como esos cuadros de sepia que a uno tanto le gusta mirar, como si bastase una ojeada volver atrás, reviviendo momentos y circunstancias que sabemos no volverán.
Golondrinas que volaron al ayer y no volvieron...
El empedrado, la esquina con el consabido bar o café, la romería de parroquianos y los que pasaban de una y no volvían más, y de quienes no valía la pena ni preguntar...
Como imágenes en sepia...
Hoy vuelvo a comentarte este poema, estimado poeta, y me he dejado imbuir por su nostalgia bien lograda.
Abrazos estoicos.
Gracias Luis por tus comentarios, que más que ello son poesía en estado puro.
Es un lujo contar con tu presencia en este blog
Un afectuoso abrazo
Como imágenes de sepia... tiene razón Luis, y que bellas decripciones.
y reina en tus esquinas el fantoche
del ritmo del progreso despiadado,
dejando mi rondar de la trasnoche
herido mortalmente y sin pasado.
Hermoso y nostálgico soneto. Un placer lleerlos.
Laura - Pinamar
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