Se miran a los ojos gravemente
esperan silenciosos la respuesta,
al son de un viejo tango que la orquesta
entona cadenciosa hacia la gente.
El toma con su mano docilmente,
su cintura que intuye bien dispuesta.
Ella sube su mano que recuesta
en el hombro que el brinda diligente.
De pronto ya se encuentran en la pista
entre ochos, molinetes y cruzadas,
con ritmo majestuoso y sensualista
dibujan las figuras mas osadas,
a paso de seguro equilibrista
las dos piernas que bailan enlazadas.
Bordando entre los cortes y quebradas
el lienzo de esta danza de conquista.
esperan silenciosos la respuesta,
al son de un viejo tango que la orquesta
entona cadenciosa hacia la gente.
El toma con su mano docilmente,
su cintura que intuye bien dispuesta.
Ella sube su mano que recuesta
en el hombro que el brinda diligente.
De pronto ya se encuentran en la pista
entre ochos, molinetes y cruzadas,
con ritmo majestuoso y sensualista
dibujan las figuras mas osadas,
a paso de seguro equilibrista
las dos piernas que bailan enlazadas.
Bordando entre los cortes y quebradas
el lienzo de esta danza de conquista.
1 comentario:
Bien, pibe. Sigo adelante. Un abrazo.
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