Minúsculo pompón de la alborada
con frío te metiste en nuestra vida,
quedando para siempre protegida
en manos que sufrieron tu punzada.
Ahora al recordarte tan gastada
no queda ya a la vista mas herida,
que el brusco sinsabor de tu partida
y mi alma que te sufre acongojada.
Al cielo de los gatos te habrás ido,
llevando amortajada en tu recuerdo
los días de alegría y de gemido
al fin tu cuerpo blanco y abatido,
descansa y por lo tanto ya lo pierdo
el último clamor de tu maullido.
con frío te metiste en nuestra vida,
quedando para siempre protegida
en manos que sufrieron tu punzada.
Ahora al recordarte tan gastada
no queda ya a la vista mas herida,
que el brusco sinsabor de tu partida
y mi alma que te sufre acongojada.
Al cielo de los gatos te habrás ido,
llevando amortajada en tu recuerdo
los días de alegría y de gemido
al fin tu cuerpo blanco y abatido,
descansa y por lo tanto ya lo pierdo
el último clamor de tu maullido.
5 comentarios:
EL SEGUDO CUARTETO ME MATO. ESTA MARAVILLOSO
Heeeeey! Qué orgulloso me siento de tener una palabra que me debe este soneto...
Un guiño, Gus.
Aníbal.
El orgullo es mio, que la calidad de tu poesía se haya cruzado con mía, una plabra a veces vale mas que todos los versos del poema.
Gracias amigo del guiño inagotable
Papi, que hermoso que le hayas dedicado un parte de tu corazon a un ser al que los tres amamos tanto.
Tu poesia es cada vez mas brillante y conmovedora
te amo pa!!!
Ani: hasta que se murió, no sabía cuanto de mi corazon le había dedicado, luego me di cuenta que había sido mucho más de lo que había creido, quizás esos últimos diez dias en lo que conviví con ella cada instante de su agonía ahondaron mi afecto.
Yo tambien te amo, querida hija
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